EXPERIMENTO MONSTRUO

En este blog, publicamos otro de los experimentos cuestionados moralmente, ya que se hizo con niños. El creador es el psicólogo norteamericano Wendell Johnson. Lo dirigió y supervisó él, pero María Tudor, una de sus estudiantes graduadas, fue la que llevó a cabo su desarrollo. Se llevó a cabo entre los meses de enero y mayo del año 1939.
El objetivo de Johnson era determinar las causas reales que provocan la tartamudez y los efectos de distintas terapias en niños que padecen dicho trastorno.

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Wendell consideraba que la tartamudez era una conducta aprendida y que por lo tanto, se podía desaprender. También creía que la tartamudez podía ser inducida. 
Consideraba que tener un habla poco fluida es captado por las personas como algo indeseable, por lo que la persona que tartamudea, al hacerlo se siente presionado por no repetirlo ya que no quiere que el resto tenga ese pensamiento hacia él. Pero la tensión que genera no querer repetir la mala comunicación de un mensaje hace que la persona se angustie y se le haga más difícil corregirlo. En resumen, la tartamudez surge del esfuerzo que la persona ejerce por no tartamudear.    

Para el experimento se seleccionó a 22 niños de un orfanato, de los cuales 10 eran tartamudos. María Tudor se encargó de evaluar la fluidez del habla de los niños tartamudos. Después los separó en dos grupos de 5. Uno de ellos sería un grupo experimental y el otro sería un grupo de control. El resto de niños sin problemas de tartamudez se dividieron también en dos grupos y cada uno de ellos se unió tanto al grupo experimental como al de control. Se formaron dos grandes grupos mixtos de niños con y sin tartamudez.

Se utilizaron dos técnicas muy distintas para cada uno de los grupos. En el grupo de control, se castigaba a los niños que tartamudeaban y se recalcaban los errores en el habla que tuviesen los niños que no eran tartamudos diciéndoles que si continuaban así acabarían tartamudeando. A pesar de que los niños que no eran tartamudos hablaran bien, se les decía que no era así, que lo estaban haciendo mal y que acabarían siendo tartamudos. En el grupo experimental se utilizó el método del refuerzo positivo, consiste en felicitar a los niños cuando hacen mejoras e incentivarlos para ello.

El terrible "experimento monstruo"

La única conclusión relevante que se extrajo es que en el grupo de control, todos los integrantes mostraron ansiedad ya que se sentían presionados y avergonzados cada vez que cometían un error. Los niños que inicialmente no tartamudeaban acabaron por empeorar su capacidad para hablar. Todos los integrantes evitaban la comunicación y empeoró tanto su conducta como su rendimiento académico.

Se trató de un experimento muy polémico y muy cuestionado porque realmente dejó huella en aquellos niños que formaron parte del grupo de control, tanto a corto como a largo plazo. Maria Tudor, una vez finalizado el experimento se prestó voluntaria para ayudar en el orfanato a aquellos niños que estaban sufriendo consecuencias psicológicas por culpa del experimento. 

Los mismos colegas de Johnson fueron quienes dieron nombre al experimento. Al hacerse público, la Universidad de Iowa en el año 2001 hizo un comunicado público disculpándose por haber llevado a cabo un experimento como éste.

Gracias a este experimento podemos ver lo moldeable que es la mente de un niño que está en crecimiento y las grandes consecuencias que pueden tener los actos de los referentes que les educan. Nos gustaría que nos dierais vuestra opinión sobre este experimento, ya que a lo largo de la historia ha sido muy cuestionado, y nos gustaría saber qué pensáis vosotros al respecto. 


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