OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD Parte II
El experimento de Milgram empieza dando descargas leves tanto al maestro como al alumno, para que el maestro crea que las descargas que se darán durante el desarrollo del experimento son reales. Después, se pasa a hacer el ejercicio de memoria que se ideó. Si el alumno fallaba recibía una descarga de 15 voltios por parte del maestro y, cada respuesta errónea que daba significaba un incremento de 15 voltios en la descarga que recibía como castigo. Estas descargas iban aumentando en los 30 niveles que permitía la máquina, hasta 450 voltios.
El alumno a pesar de no estar recibiendo ninguna descarga realmente, actúa como si así fuera y conforme el voltaje va subiendo aumentan sus quejas. Empieza con golpes en la mesa y en la vitrina que lo separa de los otros dos participantes, continúa advirtiendo de que tiene un problema del corazón, aúlla de dolor, pide el fin del experimento y llegados los 270 voltios empieza a gritar de agonía. En caso de llegar a los 300 voltios, el alumno parará de responder a las preguntas y entrará en una fase previa al coma.
Al llegar a los 75, por lo general, empezaba el nerviosismos de los participantes. Al llegar a los 135 voltios, muchos de ellos paraban de realizar el experimento y preguntaban su finalidad. A medida que iba subiendo el voltaje se hacía más difícil continuar y muchos de los maestros afirmaban seguir con el experimento pero no haciéndose responsables de lo que pudiese pasar. El investigador en todo momento tomaba una actitud autoritaria obligando al maestro a continuar y diciéndole que el experimento dependía de él.
El experimento solo se detenía en la última fase si el maestro se negaba a continuar o si se llegaba a los 450 voltios tres veces.
Para recoger los resultados, Milgram rodó una película documental titulada Obediencia. 26 personas de las 40 que participaron llegaron a aplicar los 450 voltios. Ninguno de los participantes se negó en rotundo a seguir aplicando descargas antes de llegar a los 300 voltios. Se demostró a través de posteriores análisis que aquellos participantes con situaciones similares a las del alumno paraban antes que el resto.
Antes de iniciar el experimento se hizo una predicción de los resultados que se obtendrían. La media de voltaje que alcanzarían los participantes serían 130 voltios con una obediencia a la autoridad de un 0%, ya que se pensó que únicamente aquellas personas que fueran sádicas llegarían a aplicar voltjes elevados. Los resultados reales quedaban muy lejos de esa idea. Ninguno de los participantes, como hemos dicho con anterioridad, paró antes de los 300 voltios, punto en el que el alumno paraba de dar señales de que estaba vivo.
El 65% de los participantes llegaron a administrar el voltaje máximo de 450, aunque si se encontraban realmente incómodos haciéndolo.
A raíz de estos resultados, Milgram elaboró dos teorías para explicarlos:
-La primera era la teoría del conformismo, que afirma que una persona que no tiene habilidad o conocimiento a la hora de tomar decisiones pasará a tomar las decisiones que su grupo y superior jerárquico emitan, sobretodo en momentos de tensión o crisis. El grupo es el modelo de comportamiento del sujeto.
-La segunda teoría es la de la cosificación. La obediencia consiste en que una persona se ve a sí misma como un instrumento que lleva a cabo los deseos de otras personas y, por tanto no se considerará responsable de aquellas acciones que realice.
Esperamos que os haya gustado y que compartáis en los comentarios cualquier reflexión o idea que tengáis.
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